domingo, 20 de diciembre de 2015

Pseudo-gurú

Eran cerca de las seis y treinta de la mañana. Un nuevo día se avecinaba, un día con sabor a renovación rancia. Todo estaba en silencio, no había nadie a excepción de él mismo.
La oficina había perdido su aspecto de tal. Objetos de todo tipo llenaban la amplia superficie de vidrio del escritorio: revistas, envolturas de comida, volantes publicitarios que ofertaban todo tipo de cosas, botes llenos de bolígrafos que no escribían, papeles con números anotados, cartulinas, planos cuadriculados y extraños utensilios de medición.
El lugar en general, no distaba del mismo aspecto que el del escritorio. Las extensas repisas metálicas estaban retacadas de libros y habían muebles que guardaban recuerdos fríos. Olvidos.
Al lado del escritorio se encontraba él en su catre, cubierto por cobijas empolvadas. No recordaba cuándo había sido la última vez que las lavó.
Se levantó, dobló las cobijas y reclinó el catre. Procedió a ducharse, para lo cual se dirigió hacia el patio, en donde se observaba que en algún tiempo hubo césped. Ahora solo había tierra árida que levantaba polvo con el menor viento y generaba charcos de lodo con la menor de las lluvias. Se desnudó en medio de la oscuridad fría y se untó un jabón sucio y agrietado. Luego procedió a tirarse agua encima con un pequeño plato desde un gran contenedor hasta finalizar.
Regresó al interior a vestirse y a prepararse un café. Aquella cafetera era lo único en lo que se había molestado en invertir desde que regresó a la ciudad meses atrás.
Ahí residía, inmerso en esas cuatro paredes blancas que distaban mucho de lo que cualquier persona llamaría hogar. Siempre se encontraba en ese extremo de lo que llaman vivir al día. No tenía cuarto de ducha, cocina, ni un simple refrigerador siquiera. Vivía así, con una cafetera, un escritorio y un catre.
No era consciente de que había devaluado su propia existencia e investigaba los misterios mas allá del mundo para convencerse a sí mismo de que aquel estilo de vida no resultaba una molestia. Nunca encontró soluciones prácticas a los problemas cotidianos. Un teórico inútil.
Solo la vieja gloria de ser padre lo mantenía semi-cuerdo, anhelando jugar con sus hijos nuevamente. Pero ya era muy tarde. El tiempo ya había hecho su obra y eventualmente vieron lo que todos, salvo él, podían ver: un hombre socialmente inepto que niega su problema de alcoholismo. Su auto indulgencia le había apartado del mundo. 
A sus sesenta años, su vida había resultado un desperdicio tomando en cuenta que su intelecto superaba al de muchos. Al menos sus hábitos lo conservaban joven, pensaba. Pero era dudable que eso le sirviera para algo, igual iba a morir sólo. Únicamente prolongaba su vida sin sentido, con meditaciones y bebidas que solo terminaban en las mismas reflexiones remachadas. Sin planes o con proyectos sin pies ni cabeza, ello era un patrón en su vida.
Solamente un perro viejo, artrítico y pulgoso permanecía siempre fiel esperándolo en el patio. Éste sabía que ambos se encontraban en la misma situación y compartían igual destino.

Él, al igual que su amo, se había resignado a permanecer estancado en la perpetuidad del tiempo hasta el día de su muerte. 

lunes, 26 de octubre de 2015

Nada

      Siempre es el final del mundo, cada segundo que pasa. Todo lo que crees que está, no existe mas que a manera de destellos minúsculos que se extinguen. Antes de que te des cuenta, serás diluido en la inmensidad del tiempo como cualquier otra partícula, como esas que tus ojos ni siquiera alcanzan a ver, por las cuales nunca sentiste preocupación o inquietud alguna, en las cuales solo se posó tu pensamiento hasta el momento de leer esto. Así sucede con cada vida que creemos es digna de ser valorada solo por el hecho de "existir". No. No existimos. Ni siquiera somos capaces de darnos cuenta de lo que implica eso que en nuestro lenguaje resumimos como "existir". Y yo sólo me pregunto ¿Vale la pena indagar en ello? Medianamente podemos sobrellevarlo cumpliendo con el ciclo de vida humana moderno, que solo arroja juicios por parte de otros como un "ser útil"  y a veces ni eso. Somos limitados, ínfimos.
      Iluminación, paz y armonía, fueron conceptos de cuya llegada, siempre tuve fe. Su arribo fue triunfal y pomposo, sin embargo, inadvertido. Eso fue posible solamente después de la destrucción de la barrera de las viejas costumbres. Me era mas cómodo solo soñar con dichos conceptos. No sé cómo hacer esto. Lo mío, lo mío, siempre fue ser una vidente a través de lo mísero, a donde nadie va por mero sentido común, a excepción de sonámbulos incautos ... u otros dementes con pasatiempos extraños. Pero siempre es el final del mundo y eso solo me lleva a decir: ¡Qué chingados! ¿Por qué no?




lunes, 31 de agosto de 2015

Baryones

      Hace muchos años, cuando no conocía nada del mundo o de las personas, sobre definir el bien o el mal, ni de otras tierras o sobre pagar impuestos. En mis años preciosos de inocencia, en una ocasión escuche una conversación de un sujeto igualmente inmaduro.
-¿Y si en realidad no existimos y somos parte del sueño de alguien? ¿Y si ese alguien de repente despierta y todos desaparecemos?
      Este sujeto es ahora adicto al alcohol, a fiestas ruidosas, a la vida nocturna, tiene bastante sobrepeso y  en lo personal, no tiene mucha trascendencia en mi vida. Salvo tal pregunta que se le ocurrió formular un día cualquiera. Solo Morgan Freeman sabrá qué desplegó dicha cuestión, y no por nada tales palabras quedaron como pétreas entre muchos otros recuerdos un tanto mas difusos. 

     ¿Qué ocurrió durante el Big Bang? Dicen que toda la materia prima se estructuró durante los tres primeros minutos de tal evento. ¿Que cómo saben esto? Resultaría muy difícil dar la cifra exacta basándose meramente en modelos matemáticos, en fin, malditos científicos pretenciosos. 
Durante esos primeros tres minutos ni siquiera se formó elemento alguno, todo era protones y neutrones a altas temperaturas, moviéndose a quien sabe qué incalculable velocidad cuántica. Cada partícula subatómica de tu cuerpo y el mio, de todas las personas que has conocido, cada ser, edificio, cosa, absolutamente todo estaba inmerso en una masa descomunal, hallando otras partículas en el inmenso vacío con las cuales ensamblarse. 

    Ahora, cada partícula de tu cuerpo te saluda en este momento. Dicen que tuvieron que pasar 15 mil millones de años desde el Big Bang, para localizarse entre si, trabajar en conjunto para hacer posibles todas las condiciones necesarias para la vida, además de ensamblar esa nave, con sus mecanismos respectivos, en la que estás metido en este momento: tu cuerpo. Dicen que ellas conocen la historia entera del universo, pues han estado aquí desde el principio. Basta concentrarse en ellas unos momentos para adoptar sus recuerdos como tuyos. 

    Recuerdo esa sensación de flotar. Por la velocidad en que me movía, podía en realidad, estar en todas partes y en ninguna al mismo tiempo. Ahí estaban todos los que conozco y también los que no, también estabas tu, lector. ¿lo recuerdas? Si no, te sigo contando. Probablemente también elegí llegar a este lugar. En ese momento un destello de conciencia nació y una red de la misma se desplegó y se expandió para que eso fuera posible, sin dejar de lado esa sensación que fue en un principio. Probablemente así debe sentirse estar en el vientre de tu madre, nadando en el líquido, sabiéndose perfecto. 

    Sigue sucediendo lo mismo, pero en otro escalón de este mismo proceso fractálico. Baryones de los primeros tres minutos buscando morir para autoensamblarse en algo mas: perfección. 

Dibujito chairo hecho por su servidora. 





domingo, 30 de agosto de 2015

Temas de conversación muy controversiales VIII

Pi: El otro día me enteré que hubo un periodo en que el ser humano estuvo en peligro de extinción. Habían menos de 10mil personas en el mundo. 
A: ¿Y luego?
Pi: Se acabó la glaciación y todo mundo se fue a todas partes. 
A: O sea que cogieron, cogieron, cogieron, cogieron y... ¿henos aquí?
Pi: Si.... básicamente. 

sábado, 29 de agosto de 2015

Spot publicitario

Por una módica y sana cantidad de ALMICOT*, 
adquiera ya su kit de circulitos místicos 
que lo transportarán a donde usted ni se imagina. 
Ya son incontables los testimonios de clientes satisfechos. 
Tantas personas no pueden mentir. 
Esto no es ningun truco.



*ALMICOT: A La MIerda Con Todo

sábado, 22 de agosto de 2015

Vaquilla Loquilla

La Vaca Cannábica de los Milagros de San Toribio se aparece cada 50 años a cumplirle deseos a la gente, según cuenta la leyenda. Yo iba saliendo de mi casa y cuando la vi, le dije:
-Oye, qué buen pedo porque necesito completar para mi combi.-
Me miró seria y bovinamente.
-Mira, morra. Olvídate de eso. El pedo está así: tu cómete este pan y llegarás flotando a donde quieras.-
Luego ya no me acuerdo.

martes, 18 de agosto de 2015

Kriegen-Dienstag

Für unseren Glauben müssen wir kämpfen.