viernes, 12 de junio de 2015

La casa de los tubos

Múltiples y diversos son los escenarios que visito en sueños. Son recurrentes aquellos en los que me veo inmersa en estructuras laberínticas. Las edificaciones son distintas en cada ocasión. Muchas veces tienen aparentes salidas, pero una vez cruzadas soy transportada al punto central del laberinto o  al otro lado, como un Pacman pero en 3D. Muy frustrante, por cierto. En otras ocasiones estos están llenos de maravillas, así que no resulta acribillante el recorrido.
El día de hoy me encontré con una imagen que me recordó alguno de esos escenarios. Una estructura abandonada de concreto gris y en la cual no se distingue un principio y un fin convencionales. Ubicada entre montes verdes aunque muy sombríos. Con siluetas ocultas, moviéndose entre la neblina: espectros acechantes. Una escena imaginada solo en la posteridad de una guerra nuclear con personas amorfas deambulando entre las ruinas, alimentándose de carne de rata... o de lo que se cruzara en su camino.  Sin dejar a un lado las preguntas sobre cómo fue que llegué hasta ahí.... o mejor aún: ¿cómo salir?
Sin mas que decir, esta construcción se encuentra en el estado de Nuevo León. Sin compradores, ya que está habitada por quien sabe que entidades... según las leyendas urbanas del lugar.
En cuanto vi la foto, una sensación de deja vú me inundó, como si conociera perfectamente los pasajes en su interior. Quién sabe, tal vez es sólo un debraye mío.






lunes, 8 de junio de 2015

El octavo día. La justicia.




La justicia no mira a las personas, mira los hechos.
 Todo acto desencadena consecuencias. 
La justicia reajusta a cada momento los vectores de voluntades 
en un solo torbellino que conforma la realidad.
Cada segundo es crucial para actuar.







El octavo día. La justicia.




La justicia no mira a las personas, mira los hechos.
 Todo acto desencadena consecuencias. 
La justicia reajusta a cada momento los vectores de voluntades 
en un solo torbellino que conforma la realidad.
Cada segundo es crucial para actuar.







sábado, 6 de junio de 2015

Boas y cocodrilos brujos

Hace cerca de una semana me encontraba en mi casa en la playa. Tenía una boa. Pero la serpiente solo deseaba huir, hasta que finalmente  y sin darme cuenta salió por la puerta, probablemente para refugiarse en la selva. Solo vi hacia afuera para ver como su cola desaparecía entre algunos arbustos. Corrí para alcanzarla pero era muy veloz y escurridiza. Llegaba hasta ella solo  para ver como su cola se introducía entre la espesa vegetación nuevamente. En medio de la persecución un cocodrilo me interceptó cerca de un cuerpo de agua. Mostró sus dientes filosos y comenzó a perseguirme. Corrí en la dirección de donde venía. No me alcanzó.... no esta vez... pronto él me perdió de vista, y yo perdí de vista a mi serpiente para siempre.









jueves, 14 de mayo de 2015

Nómadas

 Viajeros  somos,
buscando historias,
haciendo cuentos. 
Un oasis, motivo y consecuencia de nuestro encuentro,
mientras no, seré caminante de este bello desierto. 
Hasta entonces.


miércoles, 8 de abril de 2015

Destinos fractálicos






La imagen anterior fue creada en el programa ArcMap. Son imágenes creadas a partir de curvas de nivel de un área. En este caso, cerros y elevaciones del lado izquierdo, formando una alineación que van desde la mitad del lado izquierdo en diagonal hacia arriba.

lunes, 6 de abril de 2015

Kino y la Luna (4ta parte)

-¡Yo sé qué le pasó a la luna! – Gritó la serpiente entre la multitud.
Todos voltearon a ver a la serpiente.
-Había un hombre de larga cabellera tirado junto a la laguna y yo solo me acerqué para asegurarme de que se encontrara bien, pero entonces la luna bajó en forma de mujer y me amenazó de que yo me convertiría en un sacrificio más al igual que muchos otros animales que aquel hombre atrapaba cuando se acercaban ahí para ofrecérselos. De pronto el hombre se levantó y la atrapó entre sus brazos. Yo huí porque no había nada que yo pudiera hacer en ese momento.
-¡Debió ser el hijo del rey, desde que huyó la luna ha desaparecido! ¡Él debe ser el culpable, no hay nadie más! –Gritaban algunos de los hombres
La muchedumbre después de escuchar semejante relato enfureció y pronto se organizaron hordas que harían excursiones en búsqueda del culpable, y Kino era el único sospechoso


***
Habían pasado varias noches que Kino no había dormido, esperando encontrar nuevamente a aquella mujer, pero desde que la sorprendió, ella no había vuelto. Decidió intentar por última vez tener un encuentro, el cual no tuvo mucho éxito. La noche transcurrió sin suerte hasta que quedó dormido lentamente.


De pronto, entre sueños escuchó un ruido. Kino se levantó rápidamente. A lo lejos veía muchas figuras oscuras moviéndose entre los árboles. No podía distinguir qué era y se movían rápidamente. Sin tiempo de escapar, la horda lo había atrapado. Sin poder responder a las peticiones de sus raptores, fue llevado a la orilla del lago y ahí mismo fue ejecutado y lanzado al agua como sacrificio. Frente a los ojos de la luna, quien había permanecido escondida bajo el agua, observándolo esperando el momento de salir.

Pasó el tiempo y la luna no salía. Las criaturas de la tierra creían que sería el fin. Pero una noche el jaguar, en medio del caos, la encontró llorando desconsolada a la orilla de la laguna. Tras saber lo sucedido fue a pedir ayuda a los humanos.





La noche siguiente llegó el jaguar junto con el brujo del pueblo. El brujo dijo que le traería a su amado de nuevo, pero que estaría atrapado en el agua para siempre, solo podría salir de ella una vez cada cierto tiempo. A cambió ella tendría que ascender al cielo nuevamente a regir el orden nocturno. Sin otra opción la luna aceptó radiante de felicidad.



Desde entonces Kino se encuentra atrapado en el agua, siendo solo el reflejo de la luna y sin poder hacer nada mas que contemplarse  el uno al otro. Y en cada novilunio la luna deja el cielo para bajar a la tierra y encontrarse con Kino, quien sale del agua para convertirse en humano.